LA ERA STALINIANA
El triunfo bolchevique en la guerra civil solo era un paso más. Faltaba superar otros obstáculos como el restablecimiento de la economía y dotar al país de estructuras sólidas para superar el período de emergencia característico de los años inmediatos a la revolución de octubre. Estabilización y proceso institucional van de la mano. Nace la URSS. Pero la muerte de Lenin abre un momento de tensión centrado en su sucesión.
1º.- El Complejo año 1921
1921 traería la mayor de las crisis internas conocidas desde la de 1918. Su superación equivale a consolidar la revolución en tanto que la crisis presenta variadas manifestaciones, desde el plano social con el descontento popular hasta tendencias políticas dispares dentro del partido, pasando por la sublevación militar del Kronstadt.
El pueblo expresa su descontento por la gestión del régimen en cuanto a la política de requisas forzosas, aunque el malestar popular es más profundo pues su fundamento reside en la coyuntura económica general del país: ruina de las finanzas públicas, inflación galopante, descenso brusco de la producción agrícola. El resultado es una falta absoluta de víveres y artículos de primera necesidad para la población.
La situación interna del partido es igualmente delicada. Lenin diría textualmente: “el partido está enfermo”. Efectivamente, 1921 marca la división de varias tendencias dentro del partido que denuncia su gestión. Por un lado está el grupo del “centralismo democrático” que critica el autoritarismo introducido a raíz de la guerra civil. Por otro, el llamado “oposición obrera” que reivindica una mayor participación de los obreros y una verdadera democratización del partido. Son actitudes que contrastan con el ritmo militarista y de fiel obediencia impuesto por Trotski.
Sin embargo, fue el motín de los marinos y obreros de Kronstadt el que creó mayores problemas al gobierno. Los amotinados redactaron un manifiesto de peticiones en donde solicitaban, entre otros, una nueva revolución, libertad de todos los partidos obreros y reducción de las medidas restrictivas para los pequeños artesanos y agricultores. Solo la presencia de la armada dispuesta por Trotski y la actividad de la Tcheka consiguieron detener el motín.
Finalmente, en marzo de 1921, el X Congreso del Partido adoptó tres medidas:
a) Fortaleció la cohesión del partido mediante la supresión de cualquier tendencia contraria a las directrices de los dirigentes del mismo.
b) Depuración de los burgueses infiltrados.
c) Sustitución del “comunismo de guerra” por la “Nueva Política Económica” (NEP).
2º.- EL NACIMIENTO DE LA URSS Y LA SUCESIÓN DE LENIN
En 1918 los soviets promulgaron una constitución que no llegó a ponerse en práctica debido a la guerra civil. En ella se hacía mención especial al establecimiento de un socialismo sin clases ni Estado. Instituía el trabajo obligatorio y el servicio militar para todos los ciudadanos además del sufragio universal. No obstante, excluía a los eclesiásticos, a los miembros de la familia imperial, a la policía y a todos aquellos que disfrutaban de rentas no generadas por el trabajo propio, por lo que el término “universal” era a todas luces impropio.
Una vez consolidada la revolución habría que acometer la creación de una unión soviética con una estructura federal que agrupara las repúblicas y regiones autónomas incluidas en la Constitución de 1918 más otras no incluidas entonces. De este modo a finales de 1922 nacía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS). El partido comunista ruso disponía del monopolio político por eliminación del resto de partidos. Ello hizo posible la soberanía de Moscú sobre todas las Repúblicas. En julio de 1923, el Congreso del Partido aprueba el proyecto de Constitución de la URSS, ratificado por el II Congreso de Soviets de la Unión el 31 de enero de 1924, diez días después del fallecimiento de Lenin.
La primera Constitución de la Unión proclama la igualdad de todos los pueblos de la misma, así como el derecho de las repúblicas de separarse, o adherirse nuevas repúblicas socialistas a medida que se realice la expansión territorial.
La autoridad suprema reside en el Congreso de Soviets, el cual se reúne bianualmente, que delega sus poderes en el Comité Central Ejecutivo (se reúne tres veces al año) compuesto por dos asambleas legislativas: el Soviet de la Unión y el Soviet de la Nacionalidades. A su vez se crea el Presidium y el Consejo de Comisarios del Pueblo como órganos permanentes del Ejecutivo. Como control ideológico interior nace la GPU que sustituye a la antigua Tcheka en la lucha contrarrevolucionaria.
La realidad política del nuevo estado es bien otra, por cuanto es en el Partido Comunista en quien recae la dirección efectiva del Estado. Es el único partido de toda la URSS y dirige el Comité Central y el Presidium, a través del Politburó (organismo que inspira la política del Gobierno). Otro organismo, el Orgburó, se encargaba de la organización del Partido. Stalin era la única persona que pertenecía a estos dos organismos, además de ser el Secretario General. Es un detalle significativo de cara al futuro.
Entre 1922 y 1924, período de enfermedad y muerte de Lenin, el debate por el control de la jefatura del Estado es una constante. Los protagonistas del conflicto son Stalin y Trotski, dos corrientes políticas opuestas.
De forma provisional, el XII Congreso del Partido (abril 1923) decidió suplir a Lenin con una Troika formada por Kamenev, Zinoviev y Stalin. Se puede apreciar la marginación de Trostki.
El 21 de enero de 1924 fallece Lenin, la ciudad de la revolución pasará a llamarse Leningrado. En el lustro siguiente el ascenso de Stalin es imparable si bien tiene que superar los obstáculos de la oposición, especialmente la de Trostki. Este piensa en una revolución permanente, universal, pues el comunismo reducido a Rusia se terminará consumiendo. Stalin, más realista, prefiere asentar el comunismo y consolidarlo en Rusia. Por ahora no cree en el triunfo de una revolución universal.
El juego de Stalin es dividir a sus adversarios. Primero aísla a Trotski con el apoyo de sus compañeros de la Troika a los que luego abandona. A la altura de 1927, Trotski está políticamente aislado (se exiliará de Rusia en 1929), lo que significa que Stalin entre 1927 y 1928 se convierte en el dueño absoluto de la URSS hasta 1953, fecha de su muerte, y, curiosamente, sin haber sido ni jefe del Estado, ni del Gobierno, ni presidente del Presidium o del Consejo de Comisarios del Pueblo, solo desde la Secretaría General del Partido. No en vano todas las decisiones del legislativo y ejecutivo son examinadas por el Partido, con lo cual ejerce un control absoluto del poder al que se sumará, en la década de los 30, un potente culto a la personalidad.
3º.- LA N.E.P
La Nueva Política Económica expuesta por Lenin en el X Congreso del Partido en marzo de 1921 suponía el abandono del comunismo de guerra. La adopción de medidas capitalistas que conllevaba el nuevo plan económico no tuvo en primer momento una total adhesión del partido. Mientras que Trotski era partidario de una organización militar en fábricas y explotaciones agrarias, otros preferían confiar en los sindicatos el poder económico.
El sistema era un retorno progresivo a la economía de mercado, creándose un tipo de economía mixta con un sector privado y un sector socialista. La concurrencia entre ambos sería la causa del progreso económico que permitiese en un plazo breve anular el sector privado.
El sector privado abarcaba la agricultura, pequeño comercio y medianas empresas. Desaparece la requisa agrícola, sustituyéndose por un impuesto en especie, y, desde 1923, en dinero. En el sector industrial se desnacionalizan las empresas con un número de obreros inferior a 20. En cuanto a los artesanos, tendrán libertad de venta para sus productos.
El sector socializado se encargará de la gran industria, el transporte, la banca y el comercio exterior. La industria y el comercio estatales disponen de autogestión financiera. Respecto a la política monetaria habría de superarse el sistema anterior que sustituyó los billetes de bancos por bonos de trabajo e implantó una unidad de cuenta, el troud, apoyada en el trabajo. Así, en 1922 se faculta al Banco del Estado para emitir nuevos billetes que en 1923 se transformarán en moneda legal.
Los resultados de esta política fueron:
a) Positivos
Aumentó la producción agrícola, de carbón, petróleo y acero. El paro empezó a disminuir elevando en cierta medida el nivel de vida.
b) Negativos
Contribuyó al enriquecimiento de una minoría, los llamados nepmen, burguesa de clase rural y empresarios. Por su parte la falta de capitales impidió que prosperase la industria pesada, básica para edificar una economía socialista independiente.
Por último, los meses finales de 1923 encierran una importante crisis, denominada “crisis de la tijeras”, producida por la buena cosecha de 1922 que permitió una recuperación más rápida de la producción agraria, en contraste con el lento crecimiento de la producción industrial, lo que produjo un aumento de los precios industriales. Esta crisis desequilibró el mercado interior, bloqueando los intercambios entre la ciudad y el campo.
Desde finales de 1923 la NEP se verá comprometida por la crisis de consumo interna y la falta de apoyo de los capitales extranjeros. Ello provocó su abandono y la adopción por el XV Congreso del Partido del sistema de planificación quinquenal.
4º.- LA ÉPOCA STALIN
La construcción del “socialismo” en un solo país, tarea fundamental del stalinismo, implica importantes cambios socioeconómicos y políticos. Es un momento en donde se mezclan industrialización y urbanización con el terror más siniestro de una implacable dictadura.
Según Stalin, los cambios que se habían producido en la URSS desde 1924, fecha de la I Constitución, hacían necesario una remodelación de la estructura del régimen. En base a este principio, el VIII Congreso extraordinario de los Soviets promulga una nueva Constitución el 5 de diciembre de 1936. Esta, enumera los derechos y deberes de los ciudadanos, garantiza la libertad individual “de conformidad con los intereses de los trabajadores y la consolidación del socialismo”; defiende la libertad de culto y la libertad de propaganda antirreligiosa.
La base política se estructura en el partido y en los Soviets. La base económica del sistema se funda en el “sistema socialista de la economía”, regulándose la vida económica por medio del Gosplan, haciéndose mención expresa del principio “a cada uno según su capacidad, a cada uno según su trabajo”. El congreso de los Soviets se transforma en Soviet Supremo, dotado de dos cámaras (Soviet de la Unión y Soviet de las Nacionalidades), elegidas cada 4 años. El Presidium estará compuesto por un presidente (jefe del estado), dos vicesecretarios, un secretario y 24 miembros. No obstante, al igual que ocurría bajo la anterior Constitución, el poder real y efectivo sigue en manos el partido y de su secretario general.
A partir de 1936 y hasta 1939 tiene lugar uno de los episodios más negros de la historia de la URSS, las llamadas “purgas de Stalin”. El antecedente de este proceso es el asesinato en 1934 del dirigente y miembro del Politburó, Kirov, amigo personal de Stalin. Se abre un proceso de represión y terror contra cualquiera que tuviera un nexo trotskista o menchevique. Incluso la historia se pliega a las concepciones del dictador, reescribiéndose según su concepción.
En agosto del 36 se celebra el proceso de los 16, acusados de desviacionismo y alta traición; el año siguiente, “el año negro”, el juicio de los 17, acusados de formar un centro trotskista antisoviético y traicionar a Rusia ante Alemania y Japón, en marzo del 38, el proceso de los 21, dirigido contra trotskistas, derechistas y desviacionistas de la policía política acusados de tramar un complot para asesinar a Stalin o actos de espionaje.
Un instrumento eficaz de la política represiva fue la NKVD (Comisariado de Asuntos Interiores) sucesora de la GPU. Más de 6 millones de personas sufrieron las consecuencias de las investigaciones secretas, arrestos en las prisiones, deportaciones, trabajos forzados o pura eliminación. Finalmente, en 1939 se anuncia el abandono de las “purgas”. Solamente Stalin permanece en su puesto, el resto de los políticos anteriores han dejado paso a hombres nuevos como Molotov, Beria, Krutchev etc. Posteriormente, las consecuencias indirectas de la II Guerra Mundial hicieron que de 1945 a 1953 la URSS viviera bajo una dictadura integral, de miedo, espionaje y delaciones. En suma un régimen político de horror en el que, curiosamente, Stalin seguía siendo un personaje popular, mezcla de temor y admiración.
5º.- LOS PLANES QUINQUENALES
Si bien el plan iniciado por Stalin en 1928 no era una idea nueva, pues en parte ya había sido propuesto por Lenin en 1920, sí era más ambicioso. Su finalidad era duplicar la producción total.
Son planes imperativos, de obligado complimiento, que suponen una puesta en marcha de un importante aparato administrativo para su ejecución; están dirigidos a todos los sectores de la economía, y repercuten hasta en las actividades sociales y culturales; supone la eliminación del sector privado con lo cual la propiedad de los medios de producción pasa a la colectividad.
a) Primer Plan (1928-1933)
Presenta dos vertientes básicas: industrialización y colectivización del campo.
I – Industrialización
La base del proceso reside en la industria pesada (se aplica el 78% de las inversiones totales). Las metas eran un notable incremento de la siderurgia, del carbón, petróleo y electricidad, y como resultado se crearon 1500 nuevas empresas. Además el plan recogía la construcción de grandes embalses y centrales hidroeléctricas.
Para realizar este ambicioso plan, era preciso recurrir a técnicos y tecnología, así como materiales extranjeros, sobre todo estadounidense. El siguiente paso sería acometer un plan acelerado de enseñanza técnica y superior para ir sustituyendo a los técnicos extranjeros que todavía eran unos 5000 en 1931. Igualmente la población laboral al servicio del Estado dobla su número en este período, pasando de 12 a 23 millones.
II – Colectivización del Campo
Esta era una prioridad dentro de la mentalidad soviética para que los campesinos aceptaran la prioridad de los bienes de producción sobre los de consumo. La negativa de los campesinos a las medidas colectivistas implicó una fuerte campaña de persecución y deportación.
El fundamento del nuevo sistema era el Koljós, cooperativa de campesinos que explotaban en régimen de usufructo la tierra del Estado. El koljosiano disponía de casa, pequeño huerto y algunos animales, pero el grueso de su trabajo lo realizaba en las tierras de la cooperativa. Las cooperativas participan en los beneficios según su rendimiento, mientras que el Estado recibe la mayor parte de la cosecha, mediante un sistema de impuestos, trabajos gratuitos y pago del servicio de máquinas y tractores.
El sistema se completa con el Sovjós, granjas pilotos en donde la propiedad de la tierra y los medios de producción pertenecían al estado, en donde los campesinos reciben un salario y la producción está dirigida desde las altas instancias de la administración pública.
Cuando finaliza el plan, los resultados son muy desiguales. Sectores como la construcción de máquinas, electrificación y petróleo superaron las metas propuestas, pero carbón y acero no lo consiguieron. En conjunto, contando con los koljos y sovjos, la producción presenta una situación de estancamiento más que de progreso.
b) Segundo Plan (1933-1937)
Ahora destaca la atención que se le presta a la industria ligera, a la de bienes de consumo y desarrollo de los transportes, sin dejar por ello la prioridad energética. Se pone igualmente en marcha un plan de formación obrera mediante el desarrollo de la enseñanza técnica y profesional. Aunque hoy parece ser una maniobra propagandística, se dotaron premios y aumentos de salarios para aquellos obreros que obtuvieran records en la producción, siguiendo el ejemplo del minero Stajánov el cual superó con creces la tasa marcada en la extracción de carbón.
Por su parte, aumenta el número de koljoses y del parque de tractores; igualmente fue espectacular el avance en la producción de acero y energía eléctrica.
c) Tercer Plan (1938-1941)
Fue definido por Molotov como “el paso gradual del socialismo al comunismo”. Su meta era superar a las potencias capitalistas en la producción por habitantes, aunque fue detenido por la II Guerra Mundial. Sin embargo ya en 1941 ocupaba el tercer puesto de la industria mundial y era la segunda potencia industrial de Europa.
Cuando termina la guerra, se elabora un Cuarto Plan (1946) destinado a reconstruir la economía del país, que tendrá su continuación en el Quinto Plan (1951-1955) cuyo texto no se hizo público.
6º.- EL FIN DE LA ERA STALINIANA
Desde el final de la II Guerra Mundial hasta la muerte del dictador, sobresalen dos aspectos importantes: la reactivación económica y el endurecimiento político.
Las consecuencias de la guerra para Rusia son catastróficas en cuanto a pérdidas humanas, destrucción del aparato productivo, devastación urbana etc. Los planes quinquenales 4º y 5º intentaron resolver esta situación.
Desde el punto de vista de la política interior, se caracteriza por el personalismo de Stalin y su fortalecimiento en el poder que al mismo tiempo endurece manteniendo los poderes excepcionales otorgados en tiempo de guerra. El culto a la personalidad estalla con mayor fuerza que nunca al tiempo que aumenta el temor de Stalin a cualquier tipo de complot. No es extraño, en consecuencia, el restablecimiento de la pena de muerte y el fortalecimiento de los organismos policiales. Personas, publicaciones, producciones teatrales y cinematográficas son sometidas a una estrecha vigilancia y fuerte censura; los gulags – campos de concentración- se llenan de detenidos.
Las relaciones internacionales de este período giran en torno a dos polos: Alemania y los Países del Este. Con respecto a Alemania, dividida en zonas de ocupación, los soviéticos crearán en su zona la República Democrática Alemana; con respecto al este de Europa, la URSS conseguirá incluir bajo su órbita a todos estos países mediante acuerdos bilaterales que a la larga impiden cualquier autonomía y decisión nacional propia.
La muerte de Stalin en 1953 plantea el problema sucesorio enfrentándose dos facciones antagónicas: Malenkov-Beria y Krutchev-Bulganin. Eran en suma dos concepciones opuestas sobre la dirección de la política interior y exterior de la URSS.
La solución al problema fue provisional al acceder de forma sucesiva al gobierno Malenkov y Bulganin. Krutchev desde la secretaría del partido pudo erosionar a sus rivales e incluso contribuir a la condena a muerte de Beria, iniciando una nueva andadura política para Rusia denominada la “coexistencia pacífica”.
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